La cebolla blanca es una antigua cultura de jardín que nos llegó de los países asiáticos, un pariente cercano de la cebolla habitual. Este no es solo un condimento brillante que mejora el sabor de los platos tradicionales, sino también un vegetal saludable que puede saturar el cuerpo humano con vitaminas y microelementos útiles.
Descripción y características
Más de 300 variedades de cebollas se encuentran en la naturaleza. Como cultivos de jardín, la humanidad solo cultiva 7 especies. El aspecto blanco es un depósito invaluable de vitaminas, macro y microelementos.
Científicamente hablando, las cebollas blancas, moradas y amarillas son todas de la misma especie. Es uno de los cultivos de hortalizas más comunes cultivados por la humanidad durante más de 5.000 años. La verdura blanca tiene bulbos grandes y uniformes, aunque se almacena peor que la amarilla habitual.
La diferencia entre las cebollas blancas y las ordinarias.
¿Cuál es la diferencia entre estos parientes cercanos? La cebolla blanca suele ser más grande que la amarilla. Además del color de la cáscara: en blanco se parece un poco a una hoja de papel en blanco, las verduras son diferentes en sabor y olor.
Las cebollas blancas son mucho más aromáticas y dulces que las cebollas. Tiene un sabor más suave, no hay un amargor habitual, sino más bien fuerte.
Hay otras diferencias entre las cebollas blancas y las cebollas:
- más sales de hierro;
- mayor contenido de vitaminas, aceites esenciales;
- mayor contenido de azúcares naturales y sales minerales;
- vida útil significativamente más corta (en comparación con las cebollas).
También hay diferencias funcionales: las verduras blancas se usan con mayor frecuencia frescas, para hacer ensaladas, mientras que las cebollas son versátiles. Originario de Asia, es muy popular en América Latina, España. En los países cálidos, se usa más a menudo como ensalada. Al norte (por ejemplo, en Francia), se hace la famosa sopa de cebolla.
Composición y propiedades de las cebollas blancas.
Las cebollas blancas contienen vitamina C, vitamina E, vitamina H (biotina), vitamina PP (ácido nicotínico), numerosas vitaminas del grupo B. Los oligoelementos incluyen: calcio, magnesio, manganeso, hierro, fósforo, zinc, potasio. No olvidemos los aceites esenciales (fitoncidas).
Es una valiosa fuente de hierro, que el cuerpo humano necesita para sintetizar la hemoglobina. Las sales de hierro contribuyen a la recuperación de la anemia. Esto es especialmente importante dado el florecimiento actual de la cultura vegetariana, que ha llevado a una disminución en el consumo de carne por parte de muchos jóvenes.
El zinc promueve la producción de hormonas sexuales, así como la hormona insulina. Las plumas verdes contienen una cantidad significativa de queratina, que contribuye a la belleza y salud del cabello y las uñas.
Las cebollas blancas son muy útiles para los menús dietéticos. Las ensaladas, cuya receta la incluye, normalizan el trabajo de todo el tracto gastrointestinal y contribuyen a la pérdida de peso.
Propiedades útiles y contraindicaciones.
La cebolla es un antiséptico natural, este medicamento se conoce desde la época de Hipócrates. Los fitómidos contenidos en la planta tienen un efecto directo sobre una serie de bacterias y hongos patógenos.
Debido a su pronunciado efecto antibacteriano, también se puede usar como remedio popular, en el tratamiento de estomatitis, amigdalitis, enfermedades respiratorias agudas.... Para la prevención de infecciones del tracto respiratorio superior, los médicos recomiendan inhalar sistemáticamente el olor de las verduras frescas picadas (en otoño y primavera).
No se recomienda que los niños menores de 1,5 años den cebollas crudas. En todos los polos, puede quemar la delicada membrana mucosa de los órganos digestivos del niño. A partir de 1 año, es aplicable en el menú infantil, procesado térmicamente, como parte de purés de verduras o sopas.
Los médicos intentan limitar el consumo de cebolla blanca solo en casos extremos:
- con enfermedades del sistema nervioso (alteración del sueño, irritabilidad);
- con migraña;
- con síntomas severos de hipertensión.
Es recomendable excluir por completo la verdura de la dieta de pacientes con flatulencias, ya que esta verdura estimula la formación de gases en los intestinos. Las personas con sobrepeso no deben comer. La verdura blanca estimula la secreción de jugo gástrico, aumenta el apetito. Con su aroma, la verdura mejora el atractivo de los platos y, como resultado, puede comer mucho más que una porción estándar.
Uso en medicina tradicional
Desde la antigüedad, la verdura fue considerada una planta medicinal. Los antiguos egipcios incluso lo usaban alrededor del cuello como amuleto. Los gladiadores romanos se lo comieron antes de la pelea para que llegaran más fuerzas. Se cree que una verdura sana puede aliviar el acné, la caspa y el dolor articular reumático.
El jugo de cebolla es bueno para las picaduras de insectos: mosquitos, hormigas, avispas, abejas o tábanos. Lubrique la picadura con jugo fresco y la picazón disminuirá, no habrá hinchazón.
En recetas médicas y cosméticas populares, la verdura está presente como componente antiséptico. Los curanderos tradicionales usaban gachas de cebolla con miel de lima (en proporciones iguales) como mascarilla facial fortificante, blanqueando las manchas de la edad y reduciendo significativamente la apariencia del acné.
La cebolla triturada se usó para tratar quemaduras y heridas complejas infectadas. Y ahora este conocimiento se puede utilizar para aliviar la condición del paciente en situaciones no estándar, antes de proporcionar primeros auxilios.
Recetas de cocina
Las cebollas están constantemente presentes en nuestro menú. Una variedad de sopas, platos de carne, pescado y verduras: todos estos platos se complementan tradicionalmente con una cebolla fresca, que enriquece su sabor.
Desde un punto de vista médico y culinario, las cebollas se utilizan mejor en alimentos con grasas. Las grasas le permiten disolver y absorber nutrientes. La crema agria, el aceite de oliva o de girasol pueden servir como salsa. Las grasas suavizan el sabor del plato y reducen el efecto agresivo de la verdura sobre la mucosa.
Ayudará a una persona sana a adaptar el cuerpo a un viaje exótico. El día anterior, y luego a tu regreso, debes comer una rodaja de cebolla con pan. Activa el sistema inmunológico, el cuerpo puede hacer frente más fácilmente al vuelo, contrastando los cambios en las condiciones climáticas.